Temática: Viajes de Observación
 "Encuentro con la Culebra Verde" - Punta Indio 20-5-18 (Leído 152 veces)
   Facundo Quintela
Cantidad de mensajes: 30
Fecha mensaje: 28/05/2018 17:43:54
Última modificación: 28/05/2018 17:45:10 por Facundo Quintela


"Encuentro con la Culebra Verde" - Domingo 20 de Mayo de 2018

Al día siguiente a la mañana, no tan temprano como debería ser (pero la cama a veces puede más jaja), salimos a hacer uno de los recorridos más habituales en nuestras estadías en Punta Indio. Como es de costumbre, apenas atravesamos la puerta de salida ya pudimos inmediatamente escuchar y ver unas tantas especies. El “triste hu..cuuú” del Yerutí Común llamándonos a la aventura, el estruendoso alboroto de las Cotorras que anidan en lo alto de los Eucaliptos, los Horneros caminando y volando por el patio acompañados siempre por algún Benteveo Común que nos hace notar su presencia con su típico canto, y un visitante que nunca puede faltar en el monte vecino, el pequeño e inquieto Arañero Coronado Chico, que normalmente se acerca a saciar su curiosidad.

Hicimos unos pocos metros cruzando nuestro ya añorado cañaveral y nos encontramos frente a frente con un Gavilán Mixto juvenil que estaba desayunando en lo alto de un Coronillo. En realidad, él nos vio primero y salió volando a pocos metros de nosotros con su comida entre sus garras, persiguiéndolo atrás un pequeño paseriforme que no logramos identificar, pero que seguramente estaba lamentando la perdida de uno de los suyos, tratando de enfrentar una batalla que ya estaba perdida.

Luego de este encuentro, nuestra próxima parada fue el “arroyito” de la Montiel, que por distintos factores, dejo de ser tan interesante como hace algunos años. Vimos y escuchamos tres especies de palomas (Picazuró, Manchada y Torcaza), escuchamos a un Chinchero Chico, una Ratona Común y a algunos Tordos Músicos.

Cuando llegamos al cruce de la Caifulcura vimos y escuchamos dos Gavilanes Mixtos más entre los altos pinos de la esquina, y escuchamos cantar un paserifomres, el cual pudo haber sido una Reinamora Grande, o un Pepitero o un Frutero Azul, pero que finalmente no pudimos dar con su identificación. También volvimos a escuchar al estridente grito del Carau y de los Ipacaá.

Lo interesante llego cuando pasamos a la zona de campo inundado o “humedal”, bueno, yo digo más interesante seguramente porque es uno de mis ambientes preferidos por detrás de la insuperable selva (sea cual sea esta). Como les había contado, luego de mucho tiempo, este sitio volvió a tener agua de manera contundente, lo cual literalmente lo revivió. Volvimos a ver tres ejemplares de Tero Real, localizamos también tres individuos de Cigüeña Americana sobrevolando los campos, no estaba el Coscoroba que encontramos el día anterior, pero si lo estaban las Gallaretas de Ligas Rojas y varios Teros.  Otro que paso volando fue el Chimango, quien seguramente se iba del rio. Y no pudo faltar, para mí, la misteriosa Becasina Común, volando siempre en círculos alrededor de nosotros y emitiendo ese raro sonido, como si estuviese marcando el territorio o esté tratando de llamar nuestra atención, para que no encontremos su nido, algo que es característico de las especies de su familia (pero me resulta raro en esta época del año).

Más cerca del rio, cuando comienzan a aparecer los primeros Ceibos, vimos y escuchamos nuevamente al Piojito Común, escuchamos a otro que es fijo de esta zona, el Espinero Pecho Manchado, a algunos Varilleros Ala Amarilla y vimos dos Verdones posados entre los postes que delimitan el camino de los campos privados.

Llegamos hasta poco antes de la entrada a la costa del rio, y decidimos pegar la vuelta. En ese momento yo le comento a Barby: “Hace rato que Punta Indio no nos sorprende, antes siempre veíamos algún “bicho” raro”, y recordaba por ejemplo cuando por esa zona pudimos ver y fotografiar un grupito de tres Carpinteros Blancos, cuando a la vuelta nos encontramos con la Viudita Pico Celeste, o la vez que no podíamos creer que estábamos viendo a un Cardenal Amarillo (que seguramente era de suelta, pero que eso no amortiguo la sorpresa y la exaltación de encontrarlo libre). Son esas cosas mágicas que deparan estas aventuras, que luego de este comentario prácticamente de desagradecido y de inconformista, tuvimos un encuentro fantástico.

Ella se adelantó un poco más que yo, y a los minutos grita: “la culebra verde!!, la culebra verde!!!” y me señalaba directamente hacia los juncos del costado del camino. Yo, mientras caminaba rápidamente hacia allá, pensaba que me iba a encontrar con la Culebra Verde y Negra (Erythrolamprus poecilogyrus), que ya habíamos visto en Punta Indio y que me hacía dudar de tal exaltación (sin menospreciar a esa hermosa culebra). Al llegar miro hacia donde me estaba señalando y me costó mucho encontrarla, tuve que acercarme peligrosamente hasta unos metros de distancia para ahí poder ver que efectivamente no era lo que yo estaba pensando, sino que era la rara y poco vista Culebra Verde (Philodryas aestiva).

Un amigo nuestro, que sabe muchísimo de herpetología, nos contó que hace un año maso o menos por esa zona, tuvo la suerte de encontrársela y de verla por primera vez. Nosotros sin tener tanta suerte con los reptiles, no esperábamos encontrarnos con esta especie, y mucho menos en una época con tal temperatura (no superaba los 15º C). Pero ahí estábamos, viéndola como se camuflaba con el mismo color de la vegetación, tomando seguramente lo que será uno de los últimos “soles” para ella. La fotografié y la dejamos en paz, seguimos nuestro camino con una felicidad enorme.

Luego del avistamiento, creemos que las aves se pusieron un poco celosas, y tuvimos tres encuentros con especies que me gustan bastante. El primero de ellos fue un Chotoy, que se encontraba inquieto dentro de un arbusto. Me costó identificarlo, ya que en un principio solo le había visto su larga cola, que podría confundirse tranquilamente con la del Coludito Copetón o la del Espinero Pecho Manchado, pero luego le vi su característica garganta negra y para terminar de confirmarlo de todas las maneras, emitió su típico y fuerte “cloqueo”. También escuchamos a un Pijuí Plomizo y llegando nuevamente al monte, vimos y escuchamos dos ejemplares de Suirirí Común, que no teníamos la fortuna de verlo hacia más de un año.

Hasta ahí llego nuestra salida en Punta Indio, y estamos a la espera de cual será nuestro próximo destino.

http://www.ecoregistros.org/site/checklist.php?id=2161

Saludos.



   Luis Fernandez Campos
Cantidad de mensajes: 966
Fecha mensaje: 30/05/2018 12:38:40


Muy bueno!!!



   Facundo Quintela
Cantidad de mensajes: 30
Fecha mensaje: 31/05/2018 11:27:41


Gracias Luis. Saludos


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